Claves para la instalación de un aire acondicionado. Introducción. (Parte 1)

Hay ciertos aspectos que pueden marcar la diferencia en el éxito de una instalación, y que a menudo se pasan por alto:

• Definir el número de espacios a climatizar: de ello dependerá el número de unidades a instalar y su potencia.
• Ubicación de los equipos: Es crucial determinar el lugar de instalación, ya sea en recintos cerrados o donde circule aire natural, ya que esto influye en el rendimiento del equipo y en su consumo energético.
• Unidad exterior (también llamada compresor o condensador): Aunque resisten condiciones extremas, es aconsejable que el motor no esté expuesto directamente al sol o a fuentes de calor para garantizar una mayor eficiencia. También hay que ver si requiere algún tipo de autorización especial para su colocación. A la hora de instalar la unidad exterior, también hay que tener en cuenta la accesibilidad de las bocas de conexión y de la válvula de servicio para evitar problemas de seguridad a los técnicos durante la puesta en marcha y/o el mantenimiento. No debe superarse la longitud máxima de tubería entre unidades interior y exterior recomendada por el fabricante.
• Unidad interna (split): La posición interna del split debe permitir una óptima distribución del aire y facilitar el mantenimiento del equipo. Además, el soporte o pared donde se instale debe tener suficiente resistencia estructural.
• Potencia necesaria: Antes de adquirir el equipo, es importante calcular la potencia frigorífica necesaria para enfriar el espacio deseado.
• Desagüe: Es fundamental que el aire acondicionado disponga de un sistema de drenaje para evacuar el agua de condensación, preferiblemente hacia el exterior del edificio. También debe valorar la necesidad de una bomba de condensados en función de las distancias y pendientes. Una unidad interior puede generar de 5 a 8 litros de agua en 8 horas de funcionamiento en zonas costeras y menos de 0,5 litros en zonas secas del interior. Conectamos la manguera de evacuación de agua de la unidad interior a una tubería de desagüe o a una zona donde se pueda verter el agua sin problemas, cuidado si conectamos a una tubería de desagüe de la vivienda, o a una tubería de evacuación de aguas pluviales, debemos hacer un sifón a nuestra tubería para evitar malos olores en el interior de la estancia a climatizar. Si instalamos una bomba de calor (refrigeración en verano y calefacción en invierno), también tendremos que pensar por dónde desagua la unidad exterior, que sólo genera agua en invierno y mucha menos que la unidad interior en verano. Menos de 0,5 litros por semana.
• Instrucciones técnicas: Es imprescindible seguir las instrucciones del fabricante durante la instalación. Especialmente en lo que se refiere a las distancias entre las unidades exterior e interior y las conexiones eléctricas.
• Ruido de la máquina interior (split). De este factor dependerá que no moleste durante el funcionamiento y, sobre todo, que permita un buen descanso nocturno. En los manuales de los equipos y en las etiquetas identificativas de los mismos aparecen los niveles de ruido habituales.
• Instalación eléctrica. Hay que tener claro si el equipo va a requerir un PIA de protección o los requisitos de necesidad de toma de tierra, protecciones eléctricas generales de la vivienda así como el punto desde el que se realizará la alimentación eléctrica del equipo y si admite la potencia que va a demandar el equipo.
• Retirada del equipo antiguo: parece un tema menor, al que apenas se presta atención, pero la legislación obliga a que dicha retirada se realice de una determinada manera y por empresas cualificadas.
• Legalización y puesta en marcha: nuestro equipo forma parte de una instalación a la que se aplican varias normas de seguridad industrial. Debemos estar seguros de que se cumplirá la legislación vigente.
• Cualificación necesaria para la instalación de un aire acondicionado: los requisitos en materia de seguridad industrial hacen que la empresa o profesional que lo instale esté habilitado para el desempeño de estas tareas. De esta forma tendremos una mínima garantía en la instalación y cobertura ante cualquier contingencia por parte de nuestro seguro.
• Mantenimiento y conservación de los equipos. Debemos ser conscientes de la importancia del mantenimiento de nuestros equipos de aire acondicionado para mantenerlos a pleno rendimiento, minimizando las averías, con una buena calidad del aire interior y la máxima eficiencia energética. Para cuidar el aire acondicionado es necesario revisar y limpiar los filtros con cada cambio estacional, estar pendiente de la carga de refrigerante y del consumo eléctrico.
• Cobertura del seguro. Hacer las cosas bien nos dará tranquilidad y nos permitirá estar cubiertos ante cualquier contingencia en nuestro hogar. La compañía de seguros nos exigirá tener la instalación debidamente legalizada y con el mantenimiento adecuado ante cualquier eventualidad.